Finales de mayo, en Halifax.

La navegacion fue bonita y dura.
Digno recordatorio de la a veces olvidada pequenez del hombre, fugacidad de la vida, y de la importancia del vivir con respeto, y sin prisa.
Navegacion de 24 dias de duracion. Cuba, Canada. Aunque en realidad empezo en Colombia. O quiza, en Panama, donde llegue alla por febrero. Como decia, navegacion dura.
Mayo 3, sabado.
Zarpamos de Cuba, tras pasar una semana de ilegales alla, retenidos en una pequena marina marina. Lo que son las leyes, mas no los cubanos de a pie. Con ellos conseguimos reparar el motor, y viveres. Incluso unas horas de libertad, y unas "bucaneros" en buena compania y platica. Eskerrik asko por esa evasion, aunque esto es otra historia, que ya contare.
La navegacion. Dias bonitos, dias duros. Noches de cielo estrellado, noches de trabajo. 24 dias con su respectiva oscuridad. Dias soleados, dias tranquilos. Noches de bonita luna, noches duras.
Tormentas, de 2 dias, y calma, tormenta, de 1 hora, suficiente para hacer jirones la mayor, y algun que otro en el animo. Calma total de viento, mas no de olas, estas continuan grandes, golpeando con fuerza al galerne, y algun que otro golpe para el cuerpo; este, tenso, continuamente en equlibiro; la mente, atenta, tranquila, y finalmente cansada.
Calma chicha, el viento desaparecio, la ola tambien; la mar, es un espejo; la tranquilidad es total, tambien para el alma; atlantico norte, sin avanzar. Agua salada.
Atardecer, hay visita, una pareja de lindos delfines, que nos acompanan durante toda la noche. Y varios dias.
Nueva tormenta, nuevas roturas, cansancio, clama, arreglos, roturas, cansancio, no solo fisico, tambien psicologico. Velas rasgadas demasiadas veces, y otras tantas pegadas, pa que? pa llegar.
Mercantes, mosntruos de la noche, a toda maquina; galerne, insignificante ante ellos, indefenso, como nosotros ante la mar, caracol en medio de una autopista... de devoradores del mundo.
Viento fuerte continuo; de estribor; escora, mucha. Viento en popa, no escora; nueva rotura, la botavara de la trinqueta, una soldadura de hierro. Imposible reparar, sujetada con cabos.
Estoy escribiendo de forma inconexa, tanto temporal como espacialmente, lo se. Pero real.
Gran ola. Empapado. Miro. Una ballena!! eso me queria indicar la ola; que sentimiento, de plenitud y felicidad; aun ahora mis ojos se humedecen. Que bonita. No mas fueron unos minutos, bastaraon para dejar buena huella, posiblemente imborrable. Yo, de pie, calado, diciendo: una ballena... mientras el viento acariciaba mi rostro queriendo sacar las lagrimas de esos ojos humedos, que tanto sentimiento transmitian.
Frio, mucho frio, nueva tormanta de viento gelido y lluvia helada, cerca de la costa canadiense. Demasiado frio, no puedo usar bien mis dedos. Pies helados. Demasiado frio. y una familia de calderones, que linda.
Mayo 28, martes. Arrivamos a Halifax. 44,37 N; 63,34W